Si contestó afirmativamente a alguna de las anteriores preguntas, déjeme que le cuente una historia…
El 22 de marzo del 2008, la policía italiana detuvo a un ladrón de supermercados por haberse robado varias cajas registradoras en un solo día y de varios supermercados.
¿Su arma? Hipnosis.
Después de haber hipnotizado a los cajeros dispuso del dinero de las cajas, las cuales fueron dócilmente abiertas por las víctimas, sin ningún contratiempo. Desafortunadamente, fue grabado en varias ocasiones por las cámaras de seguridad.
Otro caso. Un apostador en un galgódromo se acerca a la caja y solicita amablemente a la cajera le pague el dinero ganado en la última carrera. Tranquilamente exhibe su billete de apuesta y la cajera le paga, también amablemente, la cantidad correspondiente.
¿Cuál es el problema?, es probable que usted se esté preguntando en este momento. Después de todo, en las carreras de galgos, es lógico encontrar ganadores y perdedores. Lo que no es fácil es encontrar que las personas cobren como ganador un billete del perdedor.
Lo anterior es ejecutado y grabado en vídeo por uno de los hipnotistas más famoso del Reino Unido, Derren Brown, y su vídeo se puede localizar fácilmente en Youtube. De hecho, aquí se lo pongo, para que le sea más fácil de disfrutar.
Y nada más lejos de la verdad. Si bien los casos anteriores son ciertos en su totalidad y no tienen otro truco más que el uso de la hipnosis, son realmente escasos.
La hipnosis existe desde hace decenas de años y apenas en estos momentos estamos entendiendo su verdadero potencial para el cambio humano y como estimulador de crecimiento personal para alcanzar nuestro pleno potencial. Hoy sabemos que la HIPNOSIS es un extraordinario mecanismo para hacer uso de nuestro casi ilimitado poder mental y para conectar nuestro cerebro con fuentes inagotables de poder y conocimiento.
Hoy en día, se realizan operaciones quirúrgicas en las que la anestesia es hipnosis. Son incontables ya los casos de personas que dejan de fumar con hipnosis y bajo trances hipnóticos hay innumerables casos de personas que han averiguado cosas ocultas de su pasado, imprescindibles para obtener una cura psicológica adecuada a sus patologías.
Uno de los más destacados hipnoterapeutas de todos los tiempos fue el Dr. Milton Erickson, padre de la llamada hipnosis Ericksoniana. Con estados de trance ligeros y utilizando patrones lingüísticos y sugestivos, induciendo estados de sugestibilidad en el cerebro, es posible realizar sorprendentes cambios en nuestra conducta y en nuestras emociones.
Y lo más sorprendente es que cualquier persona lo puede aprender y reproducir a voluntad en unas cuantas horas sin necesidad de meterse a un complicado curso de hipnosis clínica que probablemente requiera avanzados conocimientos de psicología o psiquiatría.
Personalmente, no me sorprenden los casos anteriores de uso inadecuado de la hipnosis, pues llevo varios años enseñando técnicas hipnóticas que me han convencido del enorme poder de la mente humana y de que está, sin duda, al alcance de todos los que buscan desarrollarlo.
Y, para quitar de una vez por todas, un mito acerca del poder de la hipnosis, nadie le puede hipnotizar contra su voluntad y yo le puedo explicar perfectamente qué permitió a Derren o al ladrón italiano tener éxito en su engaño.
Tiempo estimado: 3 semanas
Dificultad: Intermedio
Categorías: Desarrollo Humano, Ventas